viernes, 16 de junio de 2023

ERMITA DE AYAGO (11k 375+)

 

aparcamiento en Quintana; vuelta en SAR


la aproximación al monte sirve para calentar las piernas y... dar suelta a la lengua

en los periódicos daban que la cosecha de cereal se ha arruinado por la sequía (...)

entramos al monte y la sombra se agradece

la ruta proyectada era subir por el evidente cortafuegos pero este camino que vimos a la dcha parecía tentador

mejor por la derecha...; no, por la izquierda...

otra tentación por la derecha...¿o será ya el atajo de entrada al cortafuegos? Entré un poco por ese prado y el Garmin me dijo que todavía no era el momento de subir

Un poco más adelante, sí. Por aquí es; por ese sendero. A Dalila no le convence, pero es por ahí

en el primer repechón no hice fotos; una vez que se llega al cortafuegos ya se ve lo que queda


que ya llegamos

foto de Dalila

¡os hago una foto y me dejáis atrás!

Julio se pone a buscar senderuelas en las praderas del cordal

Rosalía tira para abajo

antes de llegar a ver la ermita encontramos esta boca de sendero hacia el valle del río Villar

al fin aparece la ermita

magnífico edificio de mampostería y ladrillo

selfie para celebrar el objetivo

por la puerta grande

una cotilla curioseando

almuerzo en el duro suelo del porche; ¡ay! un banquito, porfa, para los que vengan detrás nuestro

camino de vuelta por el lomo

poco antes de que se acabara el bosque vimos este camino a la derecha y nos tiramos por él; pensé que saldría por donde habíamos visto antes...

pero no, salió justo a esta enorme estanca

por ahí aparecimos; imposible dar con ese camino sin saberlo previamente; lo nuestro fue la suerte del que la busca, porque las otras opciones de regreso a Quintana, pasado el bosque, no me gustaban mucho (o por bordes de fincas, ahora intransitables, o dando mucha vuelta por el camino que baja siguiendo el cordal)

bajando justo por la parte inferior de la represa de la estanca

y caminito recto a Quintana

y entrando en Quintana, esta preciosa casa de entramado y adobe sobre los trigales verdes