miércoles, 26 de octubre de 2022

PEÑA DEL LEÓN y SAN TIRSO (10k 720+)

 


La Sierra de Cantabria tiene tres tramos de cresterío espectaculares: de Este a Oeste, 1) el de Peña Alta, 2) el de que va de la Peña de San Tirso a la Peña de León y 3) el del Palomares. De los tres, el primero y el tercero no son de gran dificultad en cuanto a sus pasos de escalada pero exigen utilizar técnicas de seguridad con cuerda, mientras que el del medio es apto para todo tipo de montañero medio que camine con cuidado y no se asuste demasiado de los "patios" que tiene al sur o de las fuertes pendientes que tiene por el norte. La ruta que aquí cuento se la debemos al wikiloc de Markoskos, a quien le damos nuestro más sincero agradecimiento. Lo curioso es que desde que la hizo, en julio del 2014 hasta hoy, unos cuantos montañeros aficionados a guiarse por los tracks de wikiloc la han hecho, se lo han agradecido en los comentarios de wikiloc, pero no han dicho nada del par de pequeños errores que tiene, es más, algunos hacen y publican su track propio cometiendo los mismos pequeños errores que Markoskos sin decir nada de ellos (!). En concreto, en el punto 1 Markoskos se va hasta el sondeo segundo y luego tiene que volver atrás para buscar la entrada al sendero del hayedo; y en el punto 7 se va hacia arriba (no sé si a hacer la inexistente cima del Avellanal/ya fuimos una vez desde el otro lado y allí no había nada) y lógicamente se tiene que dar la vuelta para iniciar el camino de descenso. Por último en el punto 8, todo el mundo al parecer sigue sus indicaciones de bajar por esa especie de trocha o cortafuegos tan poco agradable en vez de evitarlo siguiendo el sendero por el que se venía y que sale a la misma pista por la que se regresa al coche. 

Hecho este largo preámbulo, quede también dicho que la pista hasta llegar al punto de salida es apta para todo tipo de vehículo y que la vuelta la hicimos en SAR


el almuerzo de 50' lo hicimos en el Bonete de San Tirso

iniciamos el camino con la mirada puesta en el ángulo superior izquierda de la muralla de piedra...

...donde está el portillo por el que se accede al cresterío (foto con zoom)

aún en la pista, tengo que alargar el bastón para parar a la liebre y que no nos saque de pulsaciones

llegando al ensanchamiento de un viejo sondeo de aguas...

...hay que dejar el camino

esta es la entrada al sendero del hayedo; aunque Markoskos dijo de haber puesto un hito, ya no está

ni qué decir tiene que el sendero es bellísimo

primera salida del hayedo a un corto tramo de carrasca

y nueva entrada al hayedo

con otra salida espectacular a otro claro donde se gira noventa grados a la derecha

y se sube directos hacia la roca por un tramo de pendiente muy fuerte (imposible si estuviera mojada)

salida del bosque y llegada al portillo

pequeña trepada en la que tenemos que ayudar a Greta en un par de pasos

antes de llegar al cordal me abrigo un poco porque aunque el día estaba muy calmado en los portillos siempre tira viento

vista hacia el norte con el Gorbea y el Amboto al fondo

sendero de boj hacia la Peña del León

saliendo a la cresta

por detrás queda el cresterío a recorrer hacia San Tirso

en la cima de la Peña del León

y selfie con el buzón estrellado

en el regreso al Portillo hay dos posibilidades: un sendero en la ladera izquierda y otro por el cresterío. Como habíamos subido por el primero, y viendo que el del cresterío no tenía mayor problema volvemos por este último

llegando al portillo por el sendero de arriba (el otro puede verse abajo a la izquierda)

cahir del Portillo y Rosalía iniciando el recorrido hacia San Tirso

antes de seguirla echo la mirada hacia atrás para fotografiar esta hermosa pared que acabamos de recorrer por encima

en este tramo no queda otra que ir por el lomo rocoso, pero ya nos vamos acostumbrando...

llegando a aquella roca más alta, el sendero baja un poco por la izquierda y... se respira mejor (jj)

En este tramo hay un ligero desvío a la izquierda en nuestro track (no más de 10m) porque parecía mejor una repisa herbosa que seguía recto que no un senderito que volvía a subir a la cresta rocosa, pero rectificamos rápido y fuimos por donde mandaba el track de Markoskos. Al final no se sube a esa roca emergente sino que se la rodea por la izquierda...

y cuando se deja atrás se ve ya la veleta de la cima de San Tirso

y allí nos presentamos

con selfie incluída para que también salga yo

viene ahora la bajada del primer peldaño del San Tirso y hay división de opiniones en algún paso

y unanimidad total en otros 

senderito bueno entre el primer peldaño y el segundo...

coooo, ñoooo, ¡buen tramo de escalera!

si Greta iba delante es que no había gran dificultad; bajar tranquilos nada más

Rosalía disfrutando a tope en su terreno favorito

En la ermita de San Tirso coincidimos con un grupo de ciclistas madrileños que hoy habían cambiado la bici por el monte y se habían presentado aquí saliendo desde Meano. Aunque no tenían intención de seguir, les animamos a que subieran a la Peña para otear cuando menos el cresterío hasta la Peña del León que acabábamos de realizar. Intercambiamos impresiones y nos dijeron que tenían una web con sus excursiones biciclistas. La he echado un vistazo y es impresionante: se llama Aquihayquevenirllorao.com y entre otras cosas tiene una música buenísima.

seguimos otro poco el sendero hasta el "bonete" de San Tirso

y allí echamos al fin el almuerzo al sol, en un ambiente magnífico

el sendero de bajada a Bernedo o a Meano desde San Tirso es una pasada de bonito; en mi viejo blog de Montes conté la subida que hicimos por él en septiembre del 93

llegados a esa señal medio caída a la que le falta alguna flecha, pasamos de subir otro poco a la "cima" del Avellanal, giramos noventa grados a la derecha (o algo más) e iniciamos el descenso al valle del Ebro por otro recorrido magnífico de bosque...

...en el que con tanta alegría acumulada no es extraño que Rosalía de diera un pequeño resbalón...

...y yo otro al final del cortafuego por decirle a Greta que había encontrado una fuente para ella...

...y para nosotros, aunque en esto último también hubo división de opiniones (glup)

pero bueno, entre la caída de Rosalía y la mía, vaya esta foto de Alberto del sendero de bajada

y esta mía del cortafuego de marras, que ya digo que puede evitarse siguiendo el sendero

y la última foto ya en la pista de retorno al coche; maravilla de excursión, ¡y de día!


viernes, 21 de octubre de 2022

SANTOSONARIO desde la BLANCA (13,5k 900+)

 

aparcamiento en el área recreativa de La Blanca; vuelta en SCAR

en movimiento unas 4 horas: 2:36 para la subida 1:37 para el descenso, 10' en la cima y 35' de almuerzo

sin llegar a las 150 pulsaciones por minuto; lluvia casi todo el trayecto, niebla y en la cumbre, frío y viento

inicio en la Blanca; enfrente, el cortafuegos a la Sartén y la Eña

cogiendo altura en el primer tramo del contafuegos con la Blanca abajo

el primer "cambio de rasante" en el pedrusco ese de ahí arriba

en el segundo tramo del cortafuegos empieza a llover y tengo que sacar la capa

también Alberto también protege a Greta

esta primera barrera de piedras la pasamos por la izquierda entrando un poco al bosque

el segundo muro parece desde lejos una construcción megalítica

este segundo muro de piedras lo pasamos por la derecha

Alberto superando en la llovizna el segundo muro de piedras 

estamos en una zona que llaman "la sartén" o collado del Aguila, desde la que se avista el segundo cortafuegos

subiendo este segundo cortafuegos por una trocha muy marcada

mirando hacia atrás vemos la zona de la "sartén", la pista circular de Cebollera que la cruza y al fondo a la izquierda, el "Castillo" una cima que nos espera desde ya

la trocha de este segundo cortafuegos salva un nuevo muro rocoso zizagueando tres veces; en el segundo zigzag se interna por la dcha en el bosque (momento de la foto)

zigzagueos de este tramo del cortafuegos


cuando se sale de los tres zigzags aún queda un buen tramo hasta la Eña

la pendiente es dura y a Alberto le avisa el pulsómetro de que se está pasando de revoluciones

ese cambio de rasante por arriba nos dice que ya llegamos a la Eña

al llegar a la Eña nos llevamos una sorpresa mayúscula; allí había que seguir subiendo por el interior del pinar pero mira por dónde que han continuado el cortafuegos hacia arriba y lo han dejado todo lleno de ramas y de serrín

así que avanzamos por donde se puede, algún tramo por el bosque y algún otro pisando ramas por el nuevo cortafuegos

cuando el nuevo cortafuegos se acaba el bosque clarea, la pendiente se endurece y entramos en la niebla


viene luego el tramo de sendero compartido por el otro cortafuegos que usaremos para bajar, una zona e suave pendiente en la que, aunque hay algún hito de vez en cuando, es fácil perderse si no se lleva un gps

en la cumbre arreció el viento y el frío, la lluvia pegaba como si fuera casi granizo, la manos se nos helaron y justo hicimos dos fotos: una de Alberto, que en su día colocó junto con un grupo de montañeros ese monumento de acero inoxidable en homenaje al amigo Jose Mari...

y la selfie de rigor con Greta un poco asustada porque por poco se cae por una de las grietas que forman las rocas en la cumbre

deshacemos el sendero cercano a la cumbre, tiramos en busca del cortafuegos corto y nos encontramos que también ha habido limpieza de pinos en esa zona tan bonita

y que la han dejado llena de ramas en el suelo

Alberto dejando atrás la zona sucia de ramas

a partir de ahí hay un tramo en que el cortafuegos parece un jardín

cruzando la pista de Cebollera con Lomos de Orios enfrente

hacia la mitad de la parte baja del cortafuegos paró de llover y pudimos almorzar en ese estupendo pedrusco que hizo de mesa y de asiento

el tramo más pendiente de la parte baja del cortafuegos la pasamos por la pista que hay a la izq (según se baja); es una pista más bien feucha con piedrilla suelta de la que Alberto no tenía buen recuerdo por haberse resbalado alguna vez, pero en esta ocasión estaba ya con una primera alfombra otoñal y lucía de lo más bonita

y aunque volvió a llover en el kilómetro y medio de la carretera a Puente Ra, yo no me puse la capa y tiré con el chubasquero, porque aunque el agua me llegaba ya hasta los dedos de los pies, después de la sequía padecida este verano, ese ambientazo humedo y otoñal era como una bendición