Lo primero que me atrajo de esta excursión fueron las fotos tan escultóricas de la llamada Gargantas de los Infiernos. Pero cuando supe que andando un poco más se podía llegar hasta el puente de Carlos V, punto clave de la ruta que hizo nuestro emperador entre Tornavacas y Jarandilla de la Vera camino de su retiro en Yuste, el paseo subió muchos enteros.
aparcamos en el último de los chiringuitos (3€) para ahorrarnos 500 metros de asfalto y celebrar allí la llegada con unas buenas cervezas; vuelta en SCAR
en azul nuestra ruta, y en verde, la ruta del emperador para no tener que dar la vuelta por Plasencia
profusa cartelería en el inicio del sendero
que arranca en un bosque de lujo
empedrado de rocas en todo lo que no sea el sendero
aunque el río no se veía ahí abajo, se le oía rugir con fuerza
otro buen tramo de bosque
y a 3k de la salida (unos 50min) llegamos al río
lo cruzamos por ese puente de madera (los pilones lo llaman)
la foto que hago desde el puente no tiene ni un diez por ciento de la fuerza del agua que allí se siente
la garganta no es otra cosa que el paso del agua por un gran roquedo, en que el labrado espectacular de la piedra recuerda al fondo de los ríos glaciares
el sendero que sube por su margen izquierda está muy reconstruido y protegido para evitar que en los días de lluvia alguien se dé un resbalón
el sendero vuelve alejarse del río y tras una intensa pero corta subida, llanea y transita por una zona abierta
entre vegetación de escobas
grandes pedruscos
y paredes que aún escurrían agua
al fondo del barranco vemos la existencia de otro puente sobre el río
pero el que nos esperaba a nosotros es este otro puente de madera de traza japonesa que cruza el arroyo de la garganta de las Yeguas
a la que un cartel llamaba allí "garganta chica" pero que no tenía nada que ver con la que habíamos dejado atras hace un rato
dejamos atrás el puente sobre el barranco de las Yeguas
y subimos por terreno abierto hasta el "Pasomalo"
que no tiene nada de malo (salvo los carteles)
y que visto hacia atrás pues hasta es bonito
bajando del "Pasomalo" no tarda ya en aparecer el famoso puente
mientras llegamos al puente vamos contemplando el sendero que baja por el otro lado desde el collado de las Llosas y no podemos dejar de imaginar el cortejo de mulas, soldados y criados en torno al emperador Carlos V caminando por el mismo
un par de árboles junto al lecho del río tapan la vista del puente
dejamos a nuestra derecha (la foto está hecha hacia atrás) el sendero de la Ruta de Carlos V que sube a buscar el barranco de las Yeguas evitando dar la vuelta por el "pasomalo"
y ahora sí, tomamos posesión del puente (evito poner las fotos que hice en que el puente aparece tomado previamente por un par de carteles de lo más chapucero... ahhh)
bueno, no, la pongo también a ver si alguien se da cuenta del despropósito y los quita de ahí
nos olvidamos de los carteles y almorzamos aguas arriba del puente
y Rosalía hasta se refresca los piés en las gélidas aguas del río
retomamos nuestro camino en sentido contrario a como lo hizo Carlos V
quien seguramente no llevaría tan buena compañía como yo
la subida al collado de las Llosas es ciertamente un sendero "imperial"
suave y rocoso
por la ladera de enfrente vemos el doble sendero que va al barranco de las Yeguas y de nuevo imaginamos a la corte imperial transitando por el de arriba (nosotros habíamos venido por el de abajo)
del tramo rocoso entramos al bosque
que tenía todo un tapiz de helechos
y finalmente, por un camino algo más ancho se llega...
al collado de Llosas, que no tiene ninguna "llosa" y sí mucho cartelismo del que tanto gozamos
a partir de ahí (mala noticia) el regreso se ha de hacer por camino de hormigón; pero no hay que quejarse, hombre, porque 1) es bajada, 2) tiene sombra, 3) no se tuercen los tobillos y 4) al final conecta con el sendero que iba a las gargantas y el último kilómetro y medio vuelve a ser bonito y montañero. Ah, y 5) en el chiringuito del parking nos esperaban unas buenas cervezas.
