Foto de MONTES 28, cuando lo descubrimos esquiando en diciembre del 2008 y decidí subirlo alguna vez. Ha tenido que esperar casi diez años pero al fin lo hemos hecho nuestro el 12 de agosto del 2018 de regreso de un viaje en bicicleta por el canal del Garona y del Midi. Nos alojamos en el Hotel 4OURS y a las siete y media de la mañana nos ponemos en marcha.
Se empieza bajando de la estación al valle del Badet y nada más entrar en él aparece ya al fondo y a lo lejos el Pic de Aguilleous:
La escala del valle y de los Pirineos en general es apabullante. ¿Seguro que podremos llegar hasta aquella lejana cumbre...? Por si acaso la atraigo con el zoom:
En la ladera de la derecha se empieza a ver el sendero de acercamiento. Parece inmenso. Cuando cruzamos el arroyo y empezamos a subir por él vemos una gran quilla de "barco" que recuerda un poco al de Peña Telera.
Vamos subiendo por el sendero de la margen izquierda del valle y le hago a Rosalía una foto a contraluz. En el valle propiamente dicho no entraba el sol y su carácter sombrío impresionaba aún más. Lo único que blanqueaba eran las cascadas del agua entre piedras de su parte alta que llenaban todo el valle con su ruido bronco.
Las dos siguientes fotos me salieron con un color feísimo (se debió de mover la rosca de los modos fotográficos al meterla en la mochila y no me di cuenta). Las he pasado a blanco y negro para rescatarlas.
Este puente marca el final del primer tramo de la ascensión por el sendero de la ladera herbosa (una hora más o menos) y el inicio del segundo, el del embudo a ese collado (puerto de Campbiel) adornado por un gran nevero.
Los tiempos y distancias de esta ascensión son más que curiosas. Según vemos en el track, este puente estaría como en el km 4 y llegar hasta él lleva poco más de una hora. El segundo tramo tiene 2 kms y nos va a llevar otra hora. Y el tercero, desde el collado hasta la cumbre tiene solo 1 km y nos llevará casi otra hora. Todo bien repartido.
Rosalía llegando al nevero:
Una mirada hacia lo alto
Y... computando "como excursión de nieve":
La siguiente foto es la de la perspectiva que se abre hacia el Oeste nada más llegar al collado. Casi damos alcance a tres montañeros que nada más coronar se sentaron a descansar en un pequeño abrigo. Subían más lentos que nosotros que hicimos las 2h15' estipuladas desde el inicio del sendero en menos de dos horas (2h5' desde el hotel).
Nos pusimos los cortavientos porque soplaba fuerte y fresco de noroeste y le pregunté a Rosalía si descansábamos un poco y tomábamos una manzana..., pero como en el día del Gran Facha dijo que nanainas y que "parriba".
La que subía un puntito más ligero que nosotros era una francesa de mediana edad que salió de un coche justo cuando pasábamos por el parking de Piau Engaly a las siete y media de la mañana. Al principio se puso detrás nuestro, pero en un despiste de Rosalía en la primera pedrera del primer tramo nos pasó y fue ganando distancia. Perdió un poco de ventaja al iniciar las eses del embudo porque también se equivocó en una de ellas y finalmente nos reagrupamos en el collado cuando también paró a ponerse el forro polar. Como enfiló hacia la cumbre sin pensárselo mucho, nosotros fuimos detrás, descuidándonos así de tener que estar atentos a seguir los cahíres. Pero en este último tramo, lejos de sacarnos distancia, Rosalía se fue acercando a ella y hasta la sobrepasamos, aunque yo aproveché a hacer un par de fotos a Rosalía para dejar a la francesa que nos volviera a pasar y que siguiera tirando.
Mientras la francesa solitaria nos pasaba, otra foto más hacia atrás para ver la altura conquistada sobre el collado:
En un segundo momento cuando se paró a quitarse el polar volvimos a alcanzarla y dijo en un gracioso medio español que lo encontraba más difícil que la vez en que lo subió hace muchos años... En todo caso nos animó diciendo que ya solo quedaban quince minutos. Yo no la creí porque no me imaginaba que el dedo de piedra que se veía en lo alto iba a ser la cima, pero lo clavó.
El terreno de la llegada a la cumbre es tan áspero como cabe imaginar pero no se llega en ningún caso a las escabrosidades del cono final del Gran Facha. Y por supuesto, el dedo de piedra es la cima y antes de atacarla me paré para hacerle una bonito foto de llegada a Rosalía:
En la cima había un tipo de Tarragona (con casa en Saint Lary... nos aclaró) que llevaba un chubasquero rojo y que se las daba de experto. Quedó justo detrás de Rosalía en la foto, aggg. La francesa se ofreció a hacernos la foto del éxito:
El tipo de Tarragona fue identificándonos la cumbres. Ahí hacia el Sur, la Munia y delante el circo del Troumous:
Un poco más a la derecha el collado del Añisclo con los Marboré a la izquierda y el Perdido a la derecha tapado por nubes:
Pájaro de mal agüero, dijo también que había que andarse con prisas porque las nubes eran de tormenta. Y entre el fresquito del aire y la grisura del cielo decidimos almorzar en el collado, al que llegamos en veintipocos minutos. Pongo ahora el perfil del descenso para mostrar la diferencia de tiempos con el ascenso. El tramo plano es el del almuerzo.
Tomamos asiento en el refugio de piedras al abrigo del viento y dimos cuenta de los bocatas de sardinas y de una botellita de vino blanco barato que llevaba desde hace unos días en la furgo.
La nube gris pasó y el sol bañó durante algún ratillo las rocas de nuestra nueva conquista:
Antes de que el tiempo del almuerzo llegara a la media hora, Rosalía dio orden de ponerse en marcha porque tenía frío.
Yo en los descensos lo que suelo tener es sed. Las dos botellitas de medio litro para cada uno las habíamos fundido prácticamente en las sudadas de la subida. Rosalía es reacia a beber agua de los manantíos, pero por encima de la línea de vacas no hay problema alguno y en cuanto vi uno llené mi botellita la mar de contento. Justo está entre estas rocas con cahír puesto encima a modo de aviso:
Siguiente foto, acabando de bajar el embudo del collado:
Fue al darle mi cámara a la francesa en la cima cuando me cercioré del error de la posición de la ruedita de los "modos". Así que a partir de ahí no hubo problema de luces y la foto del puente la podemos ver en la bajada con colores naturales.
El track de wikiloc que seguíamos ofrecía la posibilidad de cambiar de margen en el valle de Badet poco antes de cruzar el arroyo, y eso hicimos. No sin antes echar una foto a ese bonito nevero con cascaditas de agua encima de la pared de la izquierda:
Y ahí sí, Rosalía dejando el sendero a media ladera y cruzando directa hacia el otro lado del valle.
En nuestro track de wikiloc se puede apreciar esa pequeña variante de la bajada respecto de la subida.
Y en google earth dos vistas en 3d de nuestro recorrido de subida:
Los datos de la ascensión de Suunto:
Y los de la bajada (almuerzo incluido):
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