La Dehesa de Santa María desde el sendero de subida al pueblo
vuelta en SCAR (punto amarillo: almuerzo en el paso del arroyo)
De San Román a la entrada del GR93 hay que andar unos cuatrocientos metros por la carretera
la vieja señal con las letras despintadas tiene carácter de patrimonio histórico artístico
pasada una ganadería, nos espera una entrada triunfal
el primer tramo de la pista tiene carácter deportivo, pero poco a poco el bosque va cogiendo presencia
la pista acaba en unos versos de Machado donde se inicia un sendero con varios zigzags
Teresa y Greta haciendo buenas migas
acabados los zigzags aparece un largo muro de piedra con una portezuela
ponte guapa que nos van a hacer una foto
pasado el muro, se inicia un tramo en ladera con unas espectaculares vistas hacia la izquierda
mira, ese el el Alto del Prado Somero donde estuvimos hace una semana
un poco más a la derecha, la mesa de Cebollera
y hacia atrás, la Atalaya y los molinillos de Nidocuervo
yo siempre me emociono cuando veo restos de la construcción de los viejos senderos
tras un giro a la derecha llegamos a un recoleto rincón por donde se accede a la Dehesa de Santa María
todas las señales están caídas pero no hay dificultad alguna en encontrar la portilla de entrada
el descenso por la Dehesa es un paseo divino
Aunque es un tramo corto y con una pendiente llevadera, los ciclistas han hecho alguna variante al sendero en la parte alta que puede confundir. En la parte baja, un árbol caído ha desviado el viejo sendero hacia la derecha (según se baja). En algunos de los tracks de wikiloc que había visto, el sendero iba por las trazas amarillas:
como no podía ser de otro modo, paramos allí a almorzar, con vistas a la iglesia del pueblo
Teresa nos hizo una foto a los viejecillos intrépidox
y yo hice la selfie de rigor (con palo alargadera para no salir tan cabezón)
como puse luego en facebook para información de los amigos..., el servicio municipal de limpiezas del Excmo Ayuntamiento de Santa María de Cameros acababa de acondicionar el césped del camino para que el paseo primaveral entre la dehesa y el pueblo fuera toda una delicia (jjjj)
para no dar la vuelta, se puede atajar por ese senderillo que sube por los viejos bancales en solana del pueblo, ahora..., ay, plantados de pinos
la llegada a la iglesia tiene trazas de la conquista de una fortaleza
Alberto hizo unas fotos magníficas del interior
es una vergüenza que aún puedan entrar las vacas a llenar el suelo de mierda
tras dar la vuelta...
...echar un partido en el frontón...
...y elegir casa para pasar las vacaciones del próximo verano...
... Teresa encontró por allí un corazón de yeso...
y me lo envió subrayado para que todo el mundo lo vea en este blog
Alberto, comprando acciones del Santander al iniciar el descenso
los arquitectos venga a mirar la iglesia por el otro lado
y mientras Alberto seguía de negocios, yo no podía dejar de mirar hacia atrás
así que al llegar abajo, otra selfie, esta vez de Alberto (se nota por la calidad de las fotos que hace su móvil), que había cerrado ya los tratos
Cruzamos el río...
...cerca de donde, en los buenos tiempos, hubo un puentecillo;
río abajo, un par de pozas nos alegran la vista y empezamos ya a soñar con los baños veraniegos
la contemplación de los bancales y las trochas de la margen derecha del barranco nos van entreteniendo en el resto del descenso (y también algunas vacas a las que Greta jugaba a asustar...)
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