La idea era subir hasta el cordal, recorrerlo en dirección al alto de la Zorrezuela hasta la cota 1.700 y bajar por el lomo del otro lado de ese pequeño valle que crea el arroyo de Revillosa. Pero ya desde el primer momento vimos que iba a ser difícil completar la circular porque la capa de nieve recién caída era enorme y nos conformábamos con llegar al cordal. Tampoco pudo ser, y no por nosotros, que poco a poco andábamos más o menos bien, sino por Greta, la pobre, que acumulaba enormes bolas de nieve en cada pata y nos miraba con cara de "¿pero por dónde me lleváis?". Alberto tenía que limpiárselas cada rato y por si eso fuera poco, empezó a nevar fuerte y la mañana ya no dio más de sí. He puesto en una peliculilla las fotos y los cuatro o cinco cortes de vídeo que hicimos y así queda un recuerdo sencillo pero bonito. Como esta primera gran nevada del otoño invierno del 2021.
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