aparcamiento en el pueblo; ida y vuelta por el mismo camino
esta vez he tardado menos en repetir esa cima (v M2 8oct21), aunque por el otro lado
Lagrán
el equipo habitual saliendo del pueblo
el camino despejado y las nubes cubriendo todos los peñascos...
al final de la pista asfaltada hay un aparcamiento de coches pero ni el estado del acceso garantiza la integridad de sus bajos, ni el barrillo interior garantiza que puedas salir si entras (jjj). Nosotros habíamos decidido calentar andando desde el pueblo, así que sin problemas.
el bosque de quejigos se acaba pronto y enseguida entramos en el hayedo
la última tormenta debió de convertir el camino en una barranquera y en este punto, no sabemos por qué, habían puesto una cinta de plástico para no equivocarse y seguir por el camino que va por la izquierda
a mano derecha se veía un templete señalando el lugar de alguna antigua carbonera; falsedad histórica dijo el archivero
el sendero se va empinando y el sol entrando por arriba
los restos de la niebla y las rocas que ya asomaban por allí no salen con al contraluz
las nieblas de las bardas mantienen toda esta ladera húmeda durante el verano
Alberto a un palo solo (el otro se lo había pedido Julio...) entrenando para el siguiente trekking en el Annapurna (!)
saliendo del bosque
collado del Toro donde no paramos ni un segundo: ¡a la Cruz!
el bosque del cordal cimero está más oscuro y enmarañado, y el sendero se pone exigente
espectacular salida del bosque con el Palomares delante
y los restos de nubes por abajo
últimos metros antes de llegar al collado entre la Cruz y el Palomares
igual que la vez anterior, Alberto se quedó en el collado para proteger a Greta de algún descuido por allí arriba, y nos hizo foto a Julio, Rosalía y a mí llegando a la Cruz
Julio nos hizo una foto
y yo les hice otra
el descenso con cuidadito
aunque siempre queda mejor la selfie de Alberto en la que salimos los cuatro
un vino argentino muy rico para acompañar el bocata
y un Freixenet cordón negro extra dry para equilibrar con lo sudado
Rosalía no sabiendo a cuál quedarse
una última selfie con la Cruz
y para abajo
Rosalía bajando detrás mío, más alegre de la cuenta
y estos señores tan mayores, bajando más prudentemente aun palo por barba
Lagrán desde el puerto del Toro
tramo alto y rocoso del sendero del puerto antes de entrar en el bosque
"mi Sánchez y su Yoli" camino de Lagrán sin hablar de política
Julio pone cara de no haber roto un plato pero parece claro que esa caída de Rosalía en un terreno tan fácil fue una agresión machista
qué diferencia con la foto de la salida: si hubiéramos visto esos fieros roquedos al empezar la excusión nos hubiera entrado el miedo en el cuerpo... y nos hubiéramos quedado en el collado del Toro ;-)
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