"Eran árboles de hasta ocho y diez metros de altura, y sus formas y agrupaciones -su misma presencia- tenían algo de misterioso e incomprensible. A veces se encontraban sueltos, enseñoreándose con hermética y compacta plenitud del espacio en torno, pero sobre todo se hallaban enlazados entre sí en enigmáticos y tupidos conjuntos de caprichosas formas que llegaban a comprender hasta decenas y decenas de acebos y, cuando así ocurría, que era a menudo, se creaban en el interior unos espacios tan amplios y sorprendentes, tan bien y tan completamente resguardados desde el suelo, que eran en todo parecidos a grutas en las que a duras penas entraban el agua y la luz."
Volver al Mundo, Segunda parte, cap 29. José Ángel González Sainz
De entre los numerosos tracks que ofrecía wikiloc, la mayoría seguían las sendas o pistas que lo cruzan por medio o lo bordean, por lo que yo seleccioné uno que prometía meterse por los recovecos más recónditos del acebal donde los senderos se pierden con facilidad y se tiene mayor sensación de conctacto íntimo con el lugar. Ya siento no haber anotado el nombre de su autor, pero desde aquí le quedo agradecido.
Dejo el comentario de la entrada para el final para no estropear el alegre momento de la salida
enlace por pista entre el punto de recepción y el inicio del acebal con una chapita de nieve por encima del mismo
llegando a la fuente y a un corral en ruinas donde dejamos la pista
damos la vuelta al corral y nos introducimos en la primera "gruta" de acebos
cuando salimos de la espesura subimos por un impresionante paisaje de acebos aislados
nos maravilla el anillo inferior que cierra el paso a los troncos y que aún tengan frutos rojos
llegamos al camino perimetral superior y faldeamos un rato por estas "trincheras" de acebo
cruzamos otra "gruta"
y emprendemos el primer descenso por una amplia pradera desde la que se ve al fondo Almarza y ese punto blanco a la derecha que... me picaba saber qué era...
tiro de zoom y casi se me sale del campo de la foto...
apunto un poco mejor y pongo el zoom al máximo, y ahí está: la ermita de los Santos Nuevos de Almarza
nosotros seguimos bajando por la pradera, cruzamos en perpendicular el camino central del acebal y seguimos bajando hasta que damos con este singular chozo de pastores que tenía un nacimiento sobre el dintel (con San José sin cabeza) y otro en el interior que cogió Dalila en sus manos para celebrar y cantar el cumpleaños de Amaya que era justo hoy:
aquí Amaya soplando la velita
aquí los abuelos y demás miembros de la coral
y aquí Amaya saludando desde Suiza
los siguientes senderos hacia el Oeste son más inciertos y de vez en cuando tenemos que pincharnos un poco para avanzar por donde dice el Garmin
Alberto empieza a preguntar que cuándo se almuerza aquí...
y en cuanto el guía encuentra un refugio del viento y una piedra alta para que se siente Alberto, paramos a leer unos párrafos del libro de José Angel para... ver el acebal con los ojos de las palabras (texto de arriba) y dar cuenta del pan, la tortilla, las sardinas, el queso, el vino y... ¡el cava! -como no podía ser de otro modo
subimos unos cuantos metros más hasta que vemos que el autor de nuestro track desestima seguir hacia arriba, y siguiendo sus indicaciones salimos del acebal cruzando esta alambrada
bajamos ahora por fuera del acebal
y volvemos a entrar al mismo por esta portilla
el camino a cota por la parte baja del acebal tiene como fondo...
esa otra montaña que es también "personaje importante" en Volver al Mundo: "La Calvilla", a la que subiremos otro día
el camino de regreso al aparcamiento es plácido y verde y el viento sopla ahora de espalda
últimos acebos
foto de la fuente y comienzo de la pista de enlace
y como más de uno de los tracks consultados recomendaba vivamente subir al cerro de la Cruz, justo detrás del parking, donde según parece hubo un castro celtíbero...
...eso hicimos
Rosalía nos hizo una foto, como celtíberos que somos
yo me recreé mirando a Cebollera a un lado
al Moncayo al otro
y a los molinos del cordal que estaban todos parados ¡con la de viento que tiraba!
¡Qué vergüenza! ...y venga a poner más y más molinos por todas partes
aunque para vergüenza propia y ajena toda esa parafernalia de la entrada al acebal con vallas, carteles y... esa construcción dizque rústica que resulta ser ¡un mirador....!
¡tierra trágame!
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