Después de tres días de solano (malo en invierno, peor en verano -decían en mi pueblo) pensamos que para inaugurar el mes de agosto en el bosque lo mejor sería ir con el nieto a dar una vuelta al León Dormido, y mira por dónde, que esa misma noche salió el cierzo y nos lo encontramos con la barda puesta. O más que barda, una cascada de vapor de agua que sólo puede apreciarse en vídeo:
echamos a andar por el camino hormigonado que va al cementerio...
...y con el entusiasmo por lo bonito que estaba todo se me olvidó dar a grabar al garmin hasta que llegamos a la bifurcación de la vuelta corta/larga. Esta vez tomamos a la izquierda y... entonces le di al reloj para que me guardara el track
pasado un kilómetro más o menos, el camino se torna sendero y el robledal cambia a hayedo, lo que supuso una pequeña explicación a Diego que... estaba más atento a coger palos del suelo que a distinciones botánicas de por el cielo
ese palo que llevas me parece que es un poco corto
mejor este otro, el que le proporcionó Alberto poco antes de doblar por la cola del León
en el camino del hayedo de la falda norte no hacen falta palos para apoyarse
así que Diego prefiere jugar con palos cortos y más contundentes de los de lanzar
el abuelo le hace posar junto a un tronco para dar la escala y para que recuerde luego lo que es un haya
y entre ponte bien y estate quieto ya estamos en el mirador de Peña Alta con el cielo levantando sobre el valle del Ebro y el San Lorenzo al fondo, que a Diego le recuerdan las vistas del lago de Lemán
tan buen restaurante este como la terraza de tu casa, Diego
y con el León Dormido protegiéndonos las espaldas
el camino de bajada al collado oeste tenía pasos oscuros en los que había que entrar con cuidado no fuera que nos topáramos con algún jabalí
Greta se adelanta y nos dice que detrás de aquella piedra no hay nada y que podemos pasar
¿y en Suiza tenéis montañas...? le preguntamos a Diego al llegar a La Población...
la de veces que he estado en este pueblo y no había hecho una foto a la bellísima portada de la iglesia
mira Diego, la próxima vez que vengas por aquí subiremos hasta allí arriba
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