cima
Tuve tentaciones de salir del apartamento donde estábamos hospedados para hacerla un poco más larga, pero no vi claro la conexión entre los caminos a línea de cota y había mucha propiedad vallada por medio, así que optamos por el parking oficial.
Del aparcamiento sale un sendero de hormigón que se bifurca en una fuente decorativa (?) redonda y seca. Optamos por ir primero a Santa María por lo que tomamos el camino de la derecha...
...y antes de darnos cuenta ya estábamos allí
Parece que estuviéramos solos, pero no...
Además de gente, hay hasta indicadores de acero corten con flechitas (?) para dirigir el tráfico (!)
Como las visitas al interior son guiadas, nosotros hacemos nuestras observaciones de escala por el exterior
Puestos a hacerse fotos hay quien pasa del prerrománico...
...y elige el centollo de Calatrava
Por un sendero en ladera subimos hasta San Miguel de Lillo, donde el ambiente era tan apacible que pensamos que aquella gente del fondo estaba dibujando.
Pero no, lo que hacían era mirar el móvil porque una de dos, o rebaño o móvil
Ay ¿quién explicará el desdibujo de estas decoraciones que aún podemos acariciar?
Cuando llegas a San Miguel estás tan emocionado con la ermita que no te fijas en lo cochambrosa que está la entrada; pero al salir no te queda otra... Pasadas las vallas azules de plástico cogemos la pista asfaltada de la izquierda (la del coche rojo)
Rosalía pone la tercera y nos deja atrás en el primer cuestarrón preguntando si todo va a ser asfalto...
...se sale del bosque, se gira a la izquierda...
...y se ataca un duro sendero...
...desde el que se gana una espléndida vista aérea de Oviedo con el bloque de nuestro apartamento en primera fila (punto amarillo)
El Sagrado Corazón nos recibe con los brazos abiertos, aunque, como hemos visto en la primera foto, esconda por debajo los coches con los que llega la gente a la cumbre (grrrrr)
Como había gente a la que pedir la foto finish, evitamos la selfie con desenfoque y el cabezón del autor ji ji
La bajada la hacemos por un territorio más cómodo; el primer tramo corre paralelo a la carretera y allí al fondo gira a la izquierda hacia un amplio sendero forestal...
...que enseguida se introduce en el bosque
Tras cruzar la hondonada de un barranco vemos a mano izquierda la cima y la cuesta por la que habíamos subido
Los denostados eucaliptos dan sombra y buen olor
Antes de girar a la izquierda para dar con la pista de asfalto por la que habíamos subido, nos acercamos a un depósito de agua de hormigón pensando que era un búnker, echamos otro vistazo a Oviedo, y como no acertamos a encontrar la catedral del Salvador...
...tuvimos que darle al zoom para encontrarla
De San Miguel de Lillo al aparcamiento se baja por un sendero directo de hormigón sin tener que dar la vuelta por Santa María que se ve allí arriba a la izquierda
y datos del Garmin
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