aparcamiento en el área recreativa de La Blanca; vuelta en SCAR
en movimiento unas 4 horas: 2:36 para la subida 1:37 para el descenso, 10' en la cima y 35' de almuerzo
sin llegar a las 150 pulsaciones por minuto; lluvia casi todo el trayecto, niebla y en la cumbre, frío y viento
inicio en la Blanca; enfrente, el cortafuegos a la Sartén y la Eña
cogiendo altura en el primer tramo del contafuegos con la Blanca abajo
el primer "cambio de rasante" en el pedrusco ese de ahí arriba
en el segundo tramo del cortafuegos empieza a llover y tengo que sacar la capa
también Alberto también protege a Greta
esta primera barrera de piedras la pasamos por la izquierda entrando un poco al bosque
el segundo muro parece desde lejos una construcción megalítica
este segundo muro de piedras lo pasamos por la derecha
Alberto superando en la llovizna el segundo muro de piedras
estamos en una zona que llaman "la sartén" o collado del Aguila, desde la que se avista el segundo cortafuegos
subiendo este segundo cortafuegos por una trocha muy marcada
mirando hacia atrás vemos la zona de la "sartén", la pista circular de Cebollera que la cruza y al fondo a la izquierda, el "Castillo" una cima que nos espera desde ya
la trocha de este segundo cortafuegos salva un nuevo muro rocoso zizagueando tres veces; en el segundo zigzag se interna por la dcha en el bosque (momento de la foto)
zigzagueos de este tramo del cortafuegos
cuando se sale de los tres zigzags aún queda un buen tramo hasta la Eña
la pendiente es dura y a Alberto le avisa el pulsómetro de que se está pasando de revoluciones
ese cambio de rasante por arriba nos dice que ya llegamos a la Eña
al llegar a la Eña nos llevamos una sorpresa mayúscula; allí había que seguir subiendo por el interior del pinar pero mira por dónde que han continuado el cortafuegos hacia arriba y lo han dejado todo lleno de ramas y de serrín
así que avanzamos por donde se puede, algún tramo por el bosque y algún otro pisando ramas por el nuevo cortafuegos
cuando el nuevo cortafuegos se acaba el bosque clarea, la pendiente se endurece y entramos en la niebla
viene luego el tramo de sendero compartido por el otro cortafuegos que usaremos para bajar, una zona e suave pendiente en la que, aunque hay algún hito de vez en cuando, es fácil perderse si no se lleva un gps
en la cumbre arreció el viento y el frío, la lluvia pegaba como si fuera casi granizo, la manos se nos helaron y justo hicimos dos fotos: una de Alberto, que en su día colocó junto con un grupo de montañeros ese monumento de acero inoxidable en homenaje al amigo Jose Mari...
y la selfie de rigor con Greta un poco asustada porque por poco se cae por una de las grietas que forman las rocas en la cumbre
deshacemos el sendero cercano a la cumbre, tiramos en busca del cortafuegos corto y nos encontramos que también ha habido limpieza de pinos en esa zona tan bonita
y que la han dejado llena de ramas en el suelo
Alberto dejando atrás la zona sucia de ramas
a partir de ahí hay un tramo en que el cortafuegos parece un jardín
cruzando la pista de Cebollera con Lomos de Orios enfrente
hacia la mitad de la parte baja del cortafuegos paró de llover y pudimos almorzar en ese estupendo pedrusco que hizo de mesa y de asiento
el tramo más pendiente de la parte baja del cortafuegos la pasamos por la pista que hay a la izq (según se baja); es una pista más bien feucha con piedrilla suelta de la que Alberto no tenía buen recuerdo por haberse resbalado alguna vez, pero en esta ocasión estaba ya con una primera alfombra otoñal y lucía de lo más bonita
y aunque volvió a llover en el kilómetro y medio de la carretera a Puente Ra, yo no me puse la capa y tiré con el chubasquero, porque aunque el agua me llegaba ya hasta los dedos de los pies, después de la sequía padecida este verano, ese ambientazo humedo y otoñal era como una bendición
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