aparcamiento a la entrada de Zuazo de Cuartango; vuelta en SCAR
la distancia está mal, no se puede dejar el garmin funcionando dentro de un refugio porque el GPS va rebotando y sumando distancia en falso
la niebla en la salida Zuazo no parecía muy densa; por encima de la capa de nubes se adivinaba ya la línea de cumbre de la sierra de Badaya
A nada que subimos empieza a clarear y el muro de la sierra se muestra imponente
parada a quitar ropa entre muchos "pañuelos" de procesionaria
momento en que el camino se convierte en sendero
la niebla abajo se va disipando
llegando al portillo de Azkárate
solo el zumbido de la autopista y del tren alteran un poco el extraordinario ambiente
aunque la alteración que yo más temía es la de los molinacos (que no estaban cuando subimos hace muchos años (ver Montes 66); por eso tracé ahora la ruta evitando subir al Oteros para caminar por el borde de la sierra
mejor mirar al otro lado del paso de Subijana
subir suavemente hacia el Pititurri
usar la tecnología para resolver asuntos de trabajo
saludar a un pastor
coger setas
hacer una cima con buzón
asomarnos al valle
y hacernos la selfie del día
para almorzar optamos por la mesa del refugio Askegui
que dejamos más limpio que como lo encontramos
que estupendo lugar; ¡ni un grafitti!
y con vistas al Gran Gorbea
volvemos a andar y a acercarnos al borde de la sierra en busca del portillo de bajada
echamos un vistazo al pico Marinda para animarnos otro día a volver por aquí
la entrada a la pista tiene un suelo de hormigón rústico
pero es que el ambiente es así de rocoso
una vaca en medio del camino se une al grupo en el alegre descenso
¿ahí arriba hemos estado? parece mentira...
Rosalía haciendo ejercicios de track en los cruces de caminos del descenso
visita a la iglesia de San Pedro, con su curiosa espadaña bajo la nave
llegando a Zuazo, ahora sí con la pared de Badaya bien iluminada por el sol
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