valle cabecera del Segre; al fondo a la derecha, el Puigmale
aparcamiento de los baños de Llo; vuelta en SCAR. Puntos Amarillos: Baños de Llo, puente donde se inicia el retorno; ermita de San Feliu
Sencillo e interesante paseo que algún alarmista tildaba de muy peligroso por la presencia de rabiosos mastines que mordían (!!!)
se inicia en el amplio aparcamiento de los Baños de Llo que tiene incluso espacio para las autocaravanas
Dejamos Llo a la izquierda y detrás. Luego lo cruzaremos al regreso
entrando en la garganta lo primero que nos encontramos es el conjunto de edificios que rodean a los Baños termales
y el montaje turístico de una "vía ferrata" que se inicia con ese puente colgante
es un placer andar escuchando el rumor del río, pero no lo es tanto andar sobre asfalto
cambiamos de lado y aparece un hermoso peñón
pasamos debajo del peñón
y vamos viendo angosturas siempre a contraluz
por donde no entraba el sol aún quedaba nieve en las cunetas
fotografía hacia atrás para ver el colmillo iluminado por el sol
los tres kms hasta el puente sobre el Segre, que no debemos cruzar, se pasan en un pispás
toca ir ahora con el sol de espaldas ganando altura por la ladera de la margen dcha del Segre
a partir de esta bifurcación (tomar a la izq) el camino se hace más rústico
y el colmillo de las Gorges centra todas las miradas
hasta que una vez rebasado aparece ese otro pedrusco con las ruinas de la ermita encima
según ganamos altura se va viendo mejor el fondo del valle (aunque a contraluz) y las cimas del Puigmal
la subida a la ermita no tiene mayor dificultad
posando cerca de las ruinas de la ermita
en su interior hacia el ábside
y hacia la puerta
luego nos sentamos a contemplar las cumbres del otro lado de la parte francesa de la Cerdaña
como soplaba un poco de biruji ahí arriba y aún era pronto para comer, iniciamos el descenso a Llo
llegada a Llo
torreones y barandillas de madera pintaditas de azul celeste (!?)
calle bastante pendiente
también en Francia hay arquitectura gamberra
La iglesita está rodeada del cementerio por tres de sus costados
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