Bajando hacia el arroyo Perrón con un día primaveral
Aparcamiento en Lumbreras, detrás de la iglesia; vuelta en SAR
Marco con un punto amarillo el Cerro Cebosa, al que no subimos porque me da que el sendero que desbrozaron para la marcha de Hoyos del año 2016 ya se habrá cerrado (v Montes 225)
Iniciamos el recorrido por un sendero hacia abajo con el Cerro de la Cebosa al fondo
el sendero es pedregoso, usado por el ganado y por estas fechas muy húmedo
semanas atrás no hubiéramos podido cruzar el arroyo pero tras unos días sin llover no hubo problema
el sendero que va subiendo hacia el Hoyo era una mezcla de piedras, barro y hojarasca, por lo que Rosalía prefería ir por el monte aunque había muchas zarzas rastreras y traicioneras
saliendo a un prado más limpio y segado, con la segadora en funcionamiento...
caminando por un terreno suave y sin pérdida porque hay muchas señales amarillo-naranjas en los árboles; estupendas para un día de blanquilla
otro tramo húmedo en forma de arroyo...
...y llegamos al despoblado del Hoyo donde giramos 90º a la dcha
seguimos caminando por hermosos prados guiados por el track y las señales de los árboles
aparecen los primeros pinos sueltos
volvemos al robledal y a cruzar por arriba uno de los arroyos que baja aguas al de antes
el sendero hace entonces una revuelta para alcanzar este mirador de rocas con Lumbreras abajo, el Pico del Lobo y el Chicherri encima, y la Mesa de Cebollera asomando blanca por detrás
volvemos al robledal y a cruzar manantíos embarrados
pasamos junto a la señal del desvío a la Fuente Pellejera
y seguimos subiendo suavemente hacia los prados someros...
...donde el sendero da paso otra vez a la alfombra verde
y a las vistas amplias
ocasión que rubricamos con una selfie del grupo (yo me debería peinar un poco cuando me quito la gorrilla para las fotos...)
por entre los prados aparece la pista que sube desde Lumbreras al Horcajo
salimos del Horcajo por un sendero empantanado que nos lleva a esta subida de vegetación variada...
...desde la que podemos ver hacia atrás esta bonita perspectiva de la pequeña aldea
en el portillo, el terreno se abre tanto que las marcas naranjas y amarillas de la ruta están puestas en postes de madera; un par de mastines estaban cuidando un rebaño de ovejas y no nos dejaron parar allí para almorzar, tal y como tenía previsto
pero en cuanto dimos con un par de piedras para sentarnos, allá que paramos a disfrutar del bocata (hoy de tortilla de patata!) y del imperdonable cava bien frío marca de la casa; las vistas y el buen día lo merecían
Tal y como estaba previsto, para después del almuerzo estaba lo mejor: la suave bajada al arroyo Perrón
y su suave discurrir por entre pastos y meandros
que nos hicieron recordar a Aigües Tortes. Greta aprovechó sus aguas a base de bien
caminando por su margen izquierda llegamos al Chozo Perrón
a partir del chozo van apareciendo los puentes para cruzar el arroyo de uno a otro lado
cruzamos un robledal donde el sendero rezumaba humedad
de repente vemos salir pitando a dos carroñeras de un charco donde, aún sanguinoliento, yacía la carcasa de un animal
más barro
y llegamos al puente ¡con barandillas! del sendero a San Andrés que dejamos a la izquierda
último puente con una subida de 50+ por delante que nos lleva a las pistas que vienen de Lumbreras a estos prados; cuando llegamos arriba vemos que las marcas del sendero dejan la pista para ir por su izquierda, pero como tenía barro y ya estábamos cansados de mancharnos las zapatillas, seguimos por la pista hasta Lumbreras viendo que el cielo se estaba cubriendo a una velocidad increíble...
...por lo que al llegar a Lumbreras...
el terreno embarrado y pedregoso de algunos tramos nos hizo ir muy despacio en ellos y luego, como se ve en la línea de la velocidad, el almuerzo nos entretuvo casi una hora
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